Siempre me han gustado las historias oscuras. No las historias clásicas donde se marca a los antivalores como algo preponderante, a lo que se opone un valor. Me gusta ver lo oscuro como algo inevitable, la maldad como algo natural. Hay momentos en los que me canso de creer en las utopías y me reconcilio con el final más obvio: el fin. Todo se detruirá un día, incluso nuestro mundo está condenado. No hay razón para suponer que será diferente para cada uno de nosotros.
Hoy es uno de esos momentos...
Fire Coming Out of The Monkey´s Head
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