Hay días en que todo sale bien. Días en los que ni siquiera los inconvenientes te molestan. Una señora, por ejemplo, que te hace el papeleo de un préstamo de libros lo más lento posible. O que todos tus amigos no lleguen al café. O tener que estar cuatro horas en la oficina en un día hermoso. Todo se compensa. Una conversación, una escapada al control maternal o un simple cheese cake...
Perdón por no llegar al café aquel día.
ResponderEliminarLos cheessecake jamás son simples, nene.