Se abren las compuertas y salen los combatientes, orondos, a pelear. Se rozan, chocan, presionan viajando de un lado a otro, rodeandose, abrazándose, entregados a la batalla gozosa, febril y nerviosa. Se cierran de nuevo, con un chasquido, las puertas. En el aire se separan dos sonrisas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario